¿Cómo podemos afrontar el estrés laboral? (Parte I)8 minutos de lectura

En este artículo vamos a hablar sobre cómo podemos afrontar el estrés laboral.

Actualmente, el estrés en el trabajo es una de las problemáticas más frecuentes en nuestra sociedad. Y sus consecuencias pueden llegar a causarnos daños graves a nivel de salud y a nivel personal. 

Saber prevenirlo y gestionarlo puede ser muy beneficioso, tanto para el bienestar de los empleados como para el buen funcionamiento de las empresas.

¿Qué es el estrés y para qué sirve?

El estrés en sí, es una reacción natural de nuestro cuerpo. Y aunque todos lo consideremos como algo negativo, se trata de un mecanismo que nos ayuda a sobrevivir y a hacer frente a las adversidades.

Este mecanismo, se activa automáticamente cuando nos vemos envueltos en situaciones que no sabemos cómo afrontar porque superan nuestros recursos y capacidades.

Su misión es ponernos en tensión y aumentar nuestras energías para que podamos hacer frente a estas situaciones. 

Por tanto, el estrés, en pequeñas dosis, es una respuesta positiva de nuestro organismo que nos ayuda a rendir mejor y a superar obstáculos.

Pero, ¿qué ocurre cuando nos vemos envueltos en situaciones amenazantes de las que no podemos escapar?

En este caso, nuestro cuerpo se mantendrá en tensión durante demasiado tiempo hasta llegar a sobrecargarse. Y, como consecuencia de este estado de estrés crónico, surgirán problemas de salud.

¿Qué es el estrés laboral?

El estrés a nivel laboral se produce porque el trabajador no sabe cómo hacer frente a algún aspecto de su trabajo que le resulta amenazante o que supera sus capacidades personales. 

La falta de control sobre la situación provoca que la persona se mantenga continuamente en tensión. Y, a largo plazo, esto tiene graves consecuencias.

El estrés del trabajo no afecta a todas las personas de la misma manera. Como veremos a continuación, puede tener distintos efectos y puede desencadenarse por diferentes motivos.

¿Cuáles son las consecuencias del estrés laboral?

Generalmente, los efectos del estrés laboral empiezan como pequeños síntomas. Pero, si no le ponemos remedio, estos síntomas pueden ir empeorando con el paso del tiempo hasta convertirse en dolencias más graves.

El primer paso para poder combatirlo es ser conscientes de que lo estamos padeciendo y ser capaces de detectar sus síntomas. 

Los efectos del estrés laboral a corto plazo

¿Cómo afecta el estrés laboral a nuestro cuerpo?

Efectos fisiológicos del estrés laboral:

• Tensión muscular.
• Aumento del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea.
• Sudoración.
• Problemas de sueño.
• Migrañas.
• Molestias estomacales.
• Respiración agitada y superficial.
• Fatiga, cansancio y falta de energía.

¿Cómo afecta el estrés laboral a nuestro estado de ánimo?

Efectos emocionales del estrés laboral:

• Miedo e inseguridad. 
• Irritabilidad y enfado.
• Tristeza.
• Sentimientos de soledad.
• Baja motivación.
• Cambios de humor repentinos.

¿Cómo afecta el estrés laboral a nuestra mente?

Efectos cognitivos del estrés laboral:

• Problemas de atención y de concentración.
• Disminución de la capacidad para resolver problemas.
• Dificultades para aprender. 
• Problemas de memoria.
• Pensamientos irracionales negativos.
• Preocupaciones.

¿Cómo afecta el estrés laboral a nuestro comportamiento?

Efectos conductuales del estrés laboral:

• Aumento del número de errores.
• Accidentes laborales.
• Conductas de abuso (de comida, tabaco, alcohol, fármacos, drogas, etc.).
• Baja productividad.
• Disminución de la implicación en el trabajo.
• Absentismo laboral.
• Aislamiento.

¿Cómo afecta el estrés laboral a nuestras relaciones interpersonales?

Efectos sociales del estrés laboral:

• Problemas en las relaciones laborales con compañeros, colaboradores, gerentes, etc.
• Problemas en las relaciones fuera del ámbito laboral.

Los efectos del estrés laboral a largo plazo

Como hemos comentado antes, si el estado de estrés se mantiene durante demasiado tiempo, los síntomas pueden empeorar y transformarse en alteraciones más peligrosas. 

Algunas de las consecuencias del estrés crónico son las siguientes:

• Pueden aparecer trastornos de salud más graves, como: problemas cardíacos, dolores y contracturas musculares, lesiones, trastornos gastrointestinales, trastornos respiratorios, problemas en el sistema inmunitario, problemas en la piel, agotamiento, cansancio crónico, etc.

• Se podrían desencadenar conductas de escape peligrosas como las adicciones. 

• Puede empeorar gravemente nuestro estado de ánimo, causando trastornos psicológicos como: depresión, trastornos de ansiedad o el síndrome de burnout. 

• También podría llevarnos a tomar decisiones drásticas de manera precipitada, como el abandono de la profesión.

• Además, el estrés a largo plazo, puede producirnos problemas sociales graves fuera del entorno laboral, provocando conflictos familiares o en otra áreas de la vida.

¿Cuáles son las causas del estrés laboral?

Si queremos acabar con el estrés laboral, el segundo paso es identificar qué es lo que está causándolo.

Debemos tener en cuenta que las causas del estrés pueden ser muy diferentes dependiendo del tipo de trabajo que se desempeñe, del entorno laboral, de nuestras características personales, etc.

A continuación veremos algunas de las fuentes de estrés más habituales, también llamados estresores:

Estresores ambientales

Trabajar en un entorno físico inadecuado puede ser motivo de estrés. Si nuestro puesto de trabajo no dispone de unas condiciones físicas óptimas, las consecuencias pueden afectar a nuestra salud y a nuestro rendimiento.

Las causas de estrés ambiental más frecuentes son las siguientes: 

• Exposición a ruidos fuertes o molestos.
• Trabajar a temperaturas altas o bajas.
• Mala iluminación.
• Presencia de olores desagradables.
• Exposición a productos químicos tóxicos. 
• Lugar de trabajo incómodo, inseguro o peligroso.
• Recursos y materiales de trabajo en malas condiciones.

Estresores del puesto de trabajo

Por norma general, cada puesto de trabajo cuenta con unas determinadas funciones, responsabilidades, condiciones, objetivos, etc.

Es necesario que todos estos aspectos estén bien definidos y sean adecuados para que el trabajo pueda realizarse de manera satisfactoria. De lo contrario, es probable que termine desencadenando estrés en el trabajador. 

Algunos estresores generados por la mala planificación del puesto de trabajo podrían ser los siguientes:

• Sobrecargas de trabajo.
• Falta de control sobre el trabajo.
• Exposición a riesgos y peligros.
• Trabajos físicamente extenuantes.
• Tareas monótonas y aburridas.
• Objetivos demasiado exigentes.
• Tareas con fechas de entrega imposibles.
• Funciones y responsabilidades del puesto mal definidas.
• Tareas por encima o por debajo de las capacidades del trabajador.
• Tareas que requieren responsabilidad excesiva.
• Falta de descanso durante la jornada laboral.

Estresores de la organización

Existen muchos aspectos a nivel empresarial que, si no se gestionan bien, pueden generar estrés en los trabajadores: las políticas de empresa, sus sistemas de trabajo, los estilos de dirección, etc. 

Estas, son cuestiones que influyen directamente en el empleado y, por tanto, también repercuten en el rendimiento de la empresa.

Realizar una buena gestión a nivel de organización es clave para un buen funcionamiento. 

Algunos motivos de estrés generados por la propia organización podrían ser los siguientes:

• Horarios y jornadas de trabajo abusivas.
• Problemas en los sistemas de comunicación entre trabajadores.
• Mala dirección.
• Falta de organización del trabajo.
• Sistemas de trabajo mal definidos y confusos.
• Salarios muy bajos.
• Pocas oportunidades de desarrollo profesional.
• Políticas que no ayudan a conciliar la vida laboral con la familiar.

Estresores interpersonales

Nuestra manera de relacionarnos con los demás, y la manera en la que los demás se relacionan con nosotros, es una cuestión que tiene una influencia muy importante en nuestro día a día.

Y de ello depende, en gran parte, nuestro bienestar o malestar en el trabajo.

En este sentido, existen situaciones que pueden ser fuentes importantes de estrés. Como por ejemplo:

• Un clima laboral negativo.
• Relaciones interpersonales conflictivas con compañeros, jefes o colaboradores.
• Situaciones de acoso laboral o mobbing.

Estresores personales

Nuestra personalidad puede ser un factor determinante en la gestión del estrés. Puede ayudarnos a afrontarlo mejor o puede empeorarlo.

Además, cada uno de nosotros dispone de unos recursos distintos que también influyen en nuestra forma de hacerle frente.

Algunos factores personales que agravan o provocan la aparición del estrés podrían ser los siguientes:

• Falta de conocimientos, destrezas o habilidades.
• Hiper-exigencia con uno mismo.
• Falta de organización.
• Impaciencia.
• Dificultad para poner límites.
• Excesiva implicación emocional.
• Sensación de injusticia con aspectos del trabajo.
• Frustración por no alcanzar los objetivos.
• Miedo y preocupación por el futuro (por despidos, por no avanzar en la carrera profesional, etc.).

Es posible poner fin al estrés laboral

Como has podido comprobar, las causas y los efectos relacionados con el estrés laboral son muy diversos. Ser capaz de reconocerlos es fundamental para encontrar una solución. 

En el siguiente artículo, profundizaremos más sobre cómo podemos afrontar el estrés en el trabajo y plantearemos soluciones concretas.

Espero que este post te haya sido útil para comprender mejor la problemática del estrés.

Si te encuentras en una situación complicada a nivel laboral que no sabes cómo gestionar, puedes ponerte en contacto conmigo y estaré encantado de ayudarte.