En este artículo hablaremos sobre la asertividad y los diferentes estilos de comunicación que existen. Veremos cómo podemos aprender a expresarnos con asertividad y cómo esto puede ayudarnos a que nuestra vida sea más satisfactoria.
La comunicación es un aspecto clave en nuestro día a día. Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos comunicarnos para poder convivir en sociedad. La manera en que nos comunicamos con los demás determina, en gran parte, como es nuestra vida en todos sus ámbitos: familiar, laboral, social, etc.
La asertividad consiste en saber expresar de manera adecuada nuestras ideas, opiniones, expectativas, necesidades y sentimientos. Lo cual es fundamental para disfrutar de relaciones más plenas.
Además, nuestra forma de comunicarnos influye en cómo resolvemos y afrontamos las diferentes situaciones que se nos presentan a lo largo de la vida. Y nos puede llevar tanto al éxito como al fracaso.
¿Qué son los estilos de comunicación?
Los estilos de comunicación son las formas que utilizamos para intercambiar información e interactuar con los demás. Si los sabemos reconocer y gestionar adecuadamente, podremos mejorar la calidad de nuestras relaciones personales.
Podemos distinguir tres estilos de comunicación:
Como veremos a continuación, cada uno de ellos está formado tanto por aspectos verbales, como por aspectos no verbales. Y dependiendo de si usamos un estilo u otro, podemos causar en la otra persona unas determinadas reacciones. La asertividad favorece la comunicación, y los otros dos estilos, en cambio, la pueden dificultar.
Normalmente, las personas solemos cambiar nuestro estilo de comunicación dependiendo de la situación en la que nos encontramos. Sin embargo, en cada uno de nosotros siempre suele predominar uno de ellos.
Si queremos mejorar nuestras habilidades comunicativas, el primer paso es reconocer cuál es el estilo que utilizamos más habitualmente para después poder modificarlo.
El estilo agresivo
La persona que emplea el estilo de comunicación agresivo
- Pretende que su opinión, sus ideas o sus derechos prevalezcan siempre sobre los de las demás personas, defendiéndolos de manera autoritaria.
- Expresa sus pensamientos, opiniones, necesidades y sentimientos de forma agresiva, provocando daños en los demás.
- Emplea ofensas, humillaciones, órdenes y amenazas, ya sea a través de palabras o de gestos.
- No escucha ni respeta los puntos de vista de las otras personas.
Características de la comunicación no verbal agresiva
- La expresión facial muestra tensión y enfado.
- La mirada es seria y desafiante.
- Se emplea un tono de voz elevado o, incluso, gritos.
- Los gestos son provocadores y amenazantes, acusando con el dedo o realizando movimientos de rechazo y reprobación.
- Su postura corporal es rígida, levantando la cabeza y mostrando soberbia.
Características de la comunicación verbal agresiva
- Órdenes: “Debes…”, “Tienes que…”, “Deberías…”, “Haz…”.
- Amenazas: “Ten cuidado…”, “Si no lo haces…”, “Más te vale…”.
- Críticas destructivas y ataques verbales a la otra persona: “No sabes”, “No vales”, “No eres suficiente…”.
- Invalidación de los sentimientos de los demás: «No seas llorica».
- Sarcasmos, humillaciones e insultos.
Los resultados de emplear el estilo de comunicación agresivo
- La destrucción de las relaciones de amistad, de pareja, familiares, laborales, etc.
- Conflictos interpersonales y daños a las demás personas.
- Sentimiento de frustración, tensión y enfado constante.
- Soledad por el alejamiento de los demás.
- Sentimientos de culpa y remordimientos por los conflictos causados.
- Pérdida del control y de oportunidades.
El estilo pasivo
Las personas que emplean el estilo de comunicación pasivo
- Consideran que su opinión, sus ideas o sus objetivos son menos válidos y acaban cediendo ante los de las otras personas.
- No respetan sus propios derechos y le cuesta decir “no”, permitiendo que otros les digan lo que tienen que hacer y aceptando peticiones abusivas.
- Muestran poca confianza y seguridad en sí mismos, dejándose pisotear y manipular por los demás por temor al enfrentamiento.
- No expresan sus sentimientos, opiniones o necesidades por miedo al rechazo o a no agradar a los demás.
Características de la comunicación no verbal pasiva
- La expresión facial muestra inseguridad.
- La mirada es evitativa y tímida.
- Se emplea un tono de voz bajo o tembloroso.
- Mueven la cabeza de manera afirmativa, dando la razón a los demás.
- Sus gestos son rápidos y torpes, mostrando inseguridad.
- Su postura corporal es un poco encorvada, con los hombros caídos.
Características de la comunicación verbal pasiva
- Mensajes indirectos y con rodeos: “Quizás…”, “Supongo…”, “Bueno…”.
- Peticiones de permiso constantes: “¿Te importa mucho que…?”, “Me pregunto si podríamos…”.
- Expresiones que muestran dudas e inseguridad: “No lo sé”, “No estoy seguro”.
- Invalidación de sus propias necesidades: “No te molestes”, “Realmente no es importante”. “Si no puedes no pasa nada”, “No importa”.
- Preguntas para buscar la aprobación de los demás: “¿Puedo…?”, “¿Crees que debería…?”, “¿Está bien así…?”, “¿Te gusta este…?”.
Los resultados de emplear el estilo de comunicación pasivo
- Daños a sí mismo por no defender sus derechos.
- No se satisfacen las propias necesidades.
- Se crea una imagen cada vez más pobre e insegura de sí mismo.
- Sentimientos de ansiedad y tensión por la dificultad para poner límites a los demás.
- Verse envueltos en situaciones que les molestan o que les perjudican por no atreverse a decir que “no”.
- Sentimientos de enfado y malestar consigo mismo.
- Pérdida de control y de oportunidades.
El estilo asertivo
Las personas que emplean la asertividad
- Expresan sus ideas, opiniones y sentimientos de forma clara y honesta, respetando los derechos de los demás y los propios.
- Hacen peticiones y se expresan de manera directa y natural, pero sin herir ni imponerse a los demás.
- Consideran que todo el mundo tiene derecho a ser escuchado, y respetan las opiniones y los sentimientos de las demás personas.
- Se niegan a hacer lo que no les parece razonable o no les apetece, y no ceden ante peticiones injustas.
Características de la comunicación no verbal asertiva
- La expresión facial es tranquila y amable, mostrando calma y seguridad.
- La mirada es expresiva y mira a los ojos, pero sin incomodar.
- Se emplea un tono de voz firme, cálido y bien modulado.
- Su postura corporal es erguida y relajada.
- Los gestos son claros y suaves.
Características de la comunicación verbal asertiva
- Expresiones claras y honestas: “Yo creo…”, “Yo opino…”, “A mi me gustaría…”.
- Interés por las opiniones de los demás: “¿Qué opinas…?”, “¿Qué te parece…?”.
- Se niegan a las peticiones que no les interesan: “Entiendo…, pero no estoy interesado.”, “Gracias por la invitación, pero hoy no voy a salir.”, “Ya te dije la primera vez que no y te agradecería que no me lo vuelvas a pedir”.
- Muestran desacuerdo con respeto: “Respeto tu opinión pero yo creo…”, «Comprendo que tú…pero yo…”.
- Observaciones positivas y críticas constructivas: “¡Bien hecho!”, “Podrías haberlo hecho mejor si…”.
- Expresan sus propios sentimientos y respetan los de los demás: “Yo me siento…”, “¿Cómo te sientes…?”
Los resultados obtenidos de comunicarse con asertividad
- La resolución de los problemas.
- Relaciones sociales plenas.
- Se siente satisfecho consigo mismo.
- Se siente a gusto con los demás.
- Mantiene el control y se siente relajado.
- Crea y aprovecha oportunidades.
Podemos entrenar nuestra asertividad
Como has podido observar, el estilo de comunicación agresivo y pasivo, empobrecen nuestras relaciones con las demás personas, y como consecuencia, empeoran nuestras vidas.
Si te has sentido reflejado con alguno de estos dos estilos comunicativos, no te alarmes, porque tiene solución. La comunicación es una habilidad aprendida y, por tanto, puede entrenarse y mejorarse.
Aprender a comunicarnos con asertividad es una oportunidad para mejorar la calidad de nuestras relaciones sociales y gozar de una vida más plena.
Espero que este artículo te haya hecho reflexionar sobre tu manera de comunicarte. Si necesitas mejorar tus habilidades comunicativas, ponte en contacto conmigo y estaré encantado de ayudarte.
Psicólogo, licenciado en la Universidad de Valencia y estoy colegiado en el Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia (nº G-6145).
